Mas ¡ay Señora!, que yo me veo oprimido por mis vicios, y cargado con mis culpas y pecados, y no puedo levantarme sin los poderosos auxilios de la divina Agudeza, y sin el cortesía de vuestro cuidadoso socorro. Contempla los dos sacrificios en el Calvario – unidad, el cuerpo de https://elizabethl527kda7.wikitelevisions.com/user